
Rosas, el pueblo de los sabores orgánicos donde la tranquilidad tiene su nido
Rosas es un ejemplo de cómo un pueblo puede recuperarse y transformarse en un destino de turismo rural apostando por la gastronomía criolla y la vuelta a los sabores caseros y naturales. Una familia del pueblo decidió seguir una corazonada y le salió bien, abrió las puertas de su casa para recibir visitantes y ofrecerles platos que son hechos a mano con tiempo y paciencia y elaborados con productos de una huerta orgánica que podemos conocer y admirar. A la noche se puede elegir dormir en “La Gracia”, una casa de campo rodeada de árboles, luciérnagas y estrellas.

Villa Pardo, el pueblo elegido por los escritores se abre al turismo rural
Villa Pardo es uno de esos pueblos en donde uno siempre quiere volver, las calles tienen nombres frutales, son arboladas y silenciosas, las flores siempre florecen y los vecinos del pueblo sonríen. Tiene hotel, un comedor, comercios, almacén de ramos generales y un complejo de turismo sustentable. Sus doscientos habitantes viven una vida tranquila, sus niños juegan en la plaza y la comunidad en sí misma es una gran familia que cuida su pueblo como si fuera su casa. Es el pueblo perfecto para hacer turismo rural.
Seguíme!