Viernes 21 de Julio de 2017
El Cronista
La Argentina es el país con más rápido crecimiento en el sector, según un informe de la plataforma de alojamiento global AirBnB. El año pasado, 22.000 turistas eligieron alojarse en zonas rurales. La oferta de «anfitriones de casas de campo» se triplicó
por XIMENA CASAS
Alojarse en el campo, lejos de los grandes centros turísticos, aparece como una opción cada vez más buscada por los turistas extranjeros que vienen a visitar la Argentina. También es un destino elegido por los viajeros locales. Según datos de la plataforma AirBnb, la llegada de turistas a hospedajes rurales del mercado local se cuadruplicó en el último año. Al mismo tiempo, las ofertas de alojamientos rurales disponibles en el país se triplicaron.
«El crecimiento de Airbnb fuera de las grandes ciudades es algo que gana cada vez más impulso a la vez que nos mueve a trabajar con gobiernos locales para apoyar la revitalización rural», explicaron desde la plataforma. Lo adjudican a que «AirBnb genera beneficios económicos en comunidades que antes no se beneficiaban por la actividad turística, un impacto positivo que no se desprecia. Con el 97% del precio que se cobra por noche de alojamiento yendo directamente al bolsillo de los anfitriones y el 42% del gasto de los huéspedes volcándose a los barrios donde se instalan, el impacto financiero del alojamiento compartido puede ser significativo en destinos turísticos no convencionales», agregaron.
El fenómeno es internacional. De acuerdo con un relevamiento global realizado en 12 países del mundo, los «anfitriones rurales» que publicitan sus alojamientos en la plataforma Airbnb ganaron u$s 1100 millones y recibieron 9,4 millones de huéspedes en sus hogares en el último año.
La Argentina fue uno de los países analizados y según los datos proporcionados por la plataforma, los ingresos de los hogares rurales se triplicaron y pasaron de $ 8,9 millones en 2015 a $ 30 millones en 2016. Mientras que la llegada de huéspedes se cuadruplicó: de 5600 en 2015 a 22.300 en 2016.
Para Airbnb, la Argentina es nada menos que el mercado de más rápido crecimiento en hospedajes rurales. «Las áreas rurales de América Latina y el Caribe se enfrentan a desafíos similares a los de los Estados Unidos, pero son exacerbados por la desconcertante economía regional. Muchos de los que viven en zonas rurales de la región dependen de actividades económicas informales. Hay falta de infraestructura y de acceso a los servicios sociales. Otro desafío para los habitantes fuera de las amplias ciudades latinoamericanas es el gran retraso en el acceso a la tecnología, que reprime el emprendimiento rural», señaló AirBnb en su reporte.
A diferencia de otros países de la región, el foco de AirBnb en la Argentina está en el agroturismo, con campos, estancias y fincas como los lugares más buscados y elegidos.
El caso de Brasil es diferente. El el interés de los turistas está en la promoción de los viajes ecológicos, donde se aprovechan lugares ubicados en medio de la selva tropical. Allí, los directivos de la plataforma comenzaron a trabajar junto al Gobierno brasileño: contribuyeron a que la nueva ciudad de Palmas y sus alrededores rurales ampliaran sus alojamientos para los primeros Juegos de los Pueblos Indígenas Mundiales, celebrados en 2015.
Por la importancia que hoy otorga a estos destinos, la empresa de alojamientos colaborativos ya anunció sus intenciones de abrir nuevas oficinas en la Argentina y también en México. Dentro de sus planes está la idea de cuadruplicar su personal en la región en los próximos dos años.