Día Mundial del Medio Ambiente: ¿lo estamos cuidando?

Viernes 09 de Junio de 2017
El Cronista
por LUCÍA FORTÍN

La discusión sobre la protección del planeta debe darse en todos los niveles, advierten los especialistas: global, nacional, provincial y municipal. ¿Qué sucede en la Argentina y cuánto se cumple de lo prometido ante las Naciones Unidas?

Para los ambientalistas, no hay duda sobre cuál es la noticia del año en materia de medioambiente. El hecho comenzó cuando el presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, generó intriga con un tuit sobre un futuro anuncio. Se trataba de la decisión de permanecer o salir del Acuerdo de París, uno de los más relevantes de la historia para limitar la emisión gases de efecto invernadero, firmado un año atrás por 195 países. Días después, el republicano confirmó el retiro estadounidense de este marco de lucha contra el cambio climático. ¿Por qué este anuncio generó semejante polémica?

Fue un claro signo de cuán importante es la situación ambiental en el mundo. Preocupa a las potencias, pero también a las naciones más pequeñas. En efecto, a nivel local, existen decenas de casos que muestran la vocación pública por cuidar la naturaleza.

Sin embargo, más allá de las declaraciones, la situación en el país no es muy favorable. Un informe de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) ubicó a la Argentina entre los 10 países que más desmontaron durante los últimos 25 años: se perdieron 7,6 millones de hectáreas. «Es una superficie similar a la provincia de Entre Ríos, a razón de 300.000 hectáreas al año», aclara Marina Bello, de Greenpeace.

Con la camiseta puesta

El país se convirtió en el primero en América en tener una red de municipios frente al cambio climático; Uruguay, Paraguay, Chile y Ecuador tomaron su ejemplo. Esto fue gracias a la Red Argentina de Municipios frente al Cambio Climático (RACC), una asociación a la que se aliaron más de 125 distritos para comprometerse en la promoción de la participación ciudadana y la formación de mesas de trabajo conjuntas, la generación de actividades y experiencias tecnológicas e inclusión social en relación al cambio climático, entre otros objetivos.

Carlos Amanquez, su coordinador de Relaciones Institucionales y Comunicación, cuenta que lo primero que hacen cuando un municipio se une es elaborar un diagnóstico sobre su situación, tanto en cuanto a las instituciones como a la comunidad. «La red es una institución civil sin fines de lucro y funciona de hecho», dice, al tiempo que afirma que no tiene apoyo económico por parte del Gobierno nacional, sino que se financia con los aportes de los municipios miembro. «Para nosotros, lo más rescatable es que trabajar temas del cambio climático es algo voluntario», reflexiona.

Con una fuerte presencia a nivel global, desde Greenpeace opinan que el medioambiente «hoy no es prioridad para el Gobierno». En enero de 2016, junto con Fundación Ambiente y Recursos Naturales (FARN), le presentaron al ministro de Ambiente, Sergio Bergman, un documento para que concretaran durante los primeros 100 días de gestión.

Entre los temas presentes, se incluían propuestas para la aplicación de la Ley de Bosques y la de Glaciares, políticas para el control del impacto de los agroquímicos, protección de los humedales, el saneamiento del Riachuelo y el impulso de las energías renovables.

«Sin embargo, pasados esos 100 días, el gobierno de Macri no había dictado ninguna medida a favor del medioambiente», critica Bello, y continúa: «Por el contrario, adoptó dos decisiones vinculadas al tema -la reducción de las retenciones a la soja y a la minería-, que son perjudiciales para los bosques y los glaciares».

Los residuos

La mayoría de los municipios y las ciudades coinciden en que el tema de la basura es prioritario en relación a la contaminación del medioambiente. Una buena gestión de los residuos sirve no solo para mantener la limpieza del espacio, sino porque puede ayudar a reciclar y aprovechar los materiales para múltiples usos alternativos.

Rosario, por ejemplo, tiene un programa que se llama «Basura Cero» y reúne diversas políticas públicas que apuntan, sobre todo, a la separación en origen. Otra iniciativa que surgió desde la Secretaría de Ambiente y Espacio Público de la ciudad santafesina es la de Barrios Verdes, un sistema que «se basa en un cronograma fijo que estipula días y horarios de recolección para cada tipo de residuos», explica Marina Borgatello, a cargo de la secretaría. Por ahora, lo aplican en tres barrios y para fin de año esperan llegar a 10.

El horario de recolección parece ser también un tema crucial. En Lanús, cuenta el secretario de Espacio Público, Darío Lezzi, lo estipularon para después de las 20 hs, para «evitar acumulación de bolsas en los canastos durante el día». En Godoy Cruz, en cambio, lo unificaron para las 21 hs. Allí, Nelson Copia, jefe del Departamento de Fiscalización Ambiental, destaca el tema de los residuos como uno de los cuatro ejes que tienen en cuanto al medioambiente, entre los que también se encuentran la energía, la movilidad sustentable y «Godoy Cruz Verde».

«Estamos desarrollando un Polo Ambiental Integral Sustentable que incluya el tratamiento de residuos e incorpore lo concerniente a agroquímicos», cuenta Andrea Scheffer, directora de RSU (Residuos Sólidos Urbanos) de Trenque Lauquen. Eco-canje es un mecanismo que instalaron en la ciudad, que consiste en el intercambio de residuos reciclables de los vecinos por diferentes productos elaborados en el Polo Ambiental (tierra compostada, lombrices, plantines, etc.).

Amanquez, de RACC, explica que en los distritos más grandes las prioridades suelen rondar en torno a la energía y los residuos; y, en los más chicos, a la agricultura y la ganadería. Aunque concluye que «el tema de los residuos está en todos».

La energía

Uno de los cambios más visibles en las ciudades para fomentar el ahorro de energía es la sustitución de las luminarias por tecnología Led -término que viene del inglés L.E.D (diodo emisor de luz, por sus siglas en inglés)- en la vía pública. Esto sucede, por ejemplo, en San Isidro, Lanús y la Ciudad de Buenos Aires.

En este sentido, en Godoy Cruz se instaló una granja solar con 40 paneles en el espacio voltaico, que puede ser inyectada a la red doméstica y genera «muchos beneficios ambientales». Además, colocaron termotanques solares en dependencias municipales, jardines maternales, polideportivos y centros de salud, entre otras oficinas de la municipalidad, donde ahorran «hasta un 80% del consumo de gas cuando se utiliza agua sanitaria», según detalla Copia.

«Rosario es el primer municipio del país en generar e inyectar a la red energía renovable desde sus dependencias públicas. En marzo, terminaron de instalarse paneles solares en cada uno de los seis centros municipales de distrito», apunta Borgatello. Eso tiene como objetivo transformar la luz solar en corriente eléctrica, alimentando así la red de la Empresa Provincial de la Energía (EPE).

Propuestas distintas

Para lograr cambios verdaderos, hay que innovar. Esto es algo que algunos lo tienen muy en claro. Por ende, desarrollaron proyectos, políticas o herramientas para mejorar la calidad de vida de los ciudadanos y, a su vez, ayudar a concientizar sobre la importancia del cuidado del medioambiente. Resaltan no solo por ser ejemplos diferentes, sino por generar incentivos para cuidar la Tierra a conciencia.

Tal es el caso de Godoy Cruz, en donde la policía ambiental, en lugar de recorrer el municipio en moto, lo hace en bicicleta eléctrica, que no consume combustible. Siguiendo la línea de la movilidad, en San Isidro decidieron unir la ciudad con bicisendas, que permiten y facilitan la circulación con un vehículo no contaminante; también, y «con el fin de facilitar el cruce este-oeste, evitar accidentes y emitir menor cantidad de dióxido de carbono se han construido 10 túneles, se está por inaugurar uno más y comienza la construcción de otro en la ciudad de Boulogne», comenta Guillermo Sánchez Landa, presidente de su Agencia Municipal de Gestión Ambiental.

Uno de los fenómenos ambientales que azotaron al país en los últimos tiempos fueron las inundaciones, con varias zonas muy afectadas. En San Isidro, para paliar sus efectos, construyeron albardones para evitar las inundaciones en una amplia zona del bajo.

En Rosario, se evitó el uso de 48 millones de bolsas -y los más de nueve millones de litros de agua necesarios para su fabricación- y se duplicó el mercado de producción de bolsas de tela reutilizables. Esto se debe a una ordenanza que comenzó a regir en abril de 2016 que «limita, controla y reduce el uso de bolsas plásticas en la ciudad», explican desde la Secretaría de Espacio Público y Ambiente.

Hacer participar a la ciudadanía también es un punto importante para reducir la contaminación. Por ello, En Trenque Lauquen, hicieron un concurso de ideas ambientales y sustentables, donde las unidades educativas y los vecinos proyectan iniciativas y propuestas en materia de residuos.

Trabajo horizontal y vertical

Para Amanquez, algo interesante que se da en la red es que «se han hecho muchos intercambios técnicos entre municipios». En este sentido, dice: «Chacabuco y Chascomús están trabajando en construcciones en campos urbanos porque uno es un arquitecto y otro es un gestor ambiental».

«El trabajo conjunto es prioritario para llevar a cabo muchos de los proyectos», aseguran, también, en Rosario. Dicha municipalidad y el Gobierno provincial firmaron un convenio mediante el cual cada uno aportó $ 1 millón, con los que se adquirieron nueve calefones solares, que fueron instalados en polideportivos municipales, centros de Convivencia Barrial y oficinas de Promoción Social.

En la misma línea, en San Isidro aseveran: «Por supuesto que todo esto sería imposible si no se trabajara con la Provincia de Buenos Aires, otros municipios, y diversos organismos nacionales e internacionales y ONGs dedicadas al cambio climático». Entre los programas de los que forma parte, se incluyen el Comirec; la RAMCC; Mercociudades; el Pacto Global de Naciones Unidas en temas de RSE y desarrollo sustentable; y el Pacto Global de Alcaldes para el Clima y la Energía; entre otros.

En Trenque Lauquen, comentan que trabajan continuamente con el Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sustentable de la Nación, con el cual firmaron recientemente el convenio de 100 Ciudades Sustentables. «Con el Organismo Provincial para el Desarrollo Sostenible (OPDS) tenemos una fluida relación, al igual que con otros municipios, integrando por ejemplo la Ruta del Reciclado que lleva adelante el área de economía circular del OPDS», agrega Scheffer.

Sin embargo, desde Lanús, por ejemplo, aseguran que «no trabajan con municipios vecinos». Apunta Lezzi: «El trabajo es codo a codo con ACUMAR y diversos organismos de la Provincia de Buenos Aires».

La ley y el orden

«Las políticas de Estado que deberían implementarse para promover el cuidado del medioambiente son, en muchos casos, leyes vigentes como la de Bosques y de Glaciares, pero que no se cumplen», denuncia Bello, de Greenpeace.

Apunta al hecho de que está prohibido por la ley hacer minería sobre glaciares o ambiente periglaciar y que, a pesar de ello, la mina Veladero, en San Juan, está ubicada sobre ambiente periglaciar. «La minería nunca será una actividad sustentable: su objetivo es el agotamiento de un recurso natural», sostiene. En el caso de Veladero, comenta que el oro extraído se exporta y se utiliza «en un 90% para joyería y especulación financiera».

«El Gobierno nacional debería tomar medidas para recuperar minerales con el reciclado de residuos electrónicos, en lugar de seguir promoviendo la destrucción de los glaciares y nuestras fuentes de agua en la cordillera», continúa.

Greenpeace hizo 12 años de campaña para que la Argentina tuviera una Ley de Bosques, una herramienta, según la organización, «esencial para solucionar la emergencia forestal en la que se encuentra el país». Sin embargo, desde su sanción en 2007, se desmontaron 2.403.240 hectáreas y durante el año pasado el 42% de la deforestación se realizó donde la norma no lo permite.

¿La clave del éxito?

Algo en lo que casi todos coinciden es que la tecnología es fundamental para el avance en las políticas relacionadas con este tema. A lo largo de los años esto fue cambiando. Probablemente hace una década hubiese sido difícil imaginar ver bicicletas eléctricas y luces Led en la vía pública.

Copia opina que la tecnología «ayuda mucho a cuidar el medioambiente». Aunque coincide, Scheffer agrega: «Este avance tiene que ir de la mano de las inversiones que realizan los municipios y en las agendas que cada uno de ellos propone».

Lo mismo piensan en Rosario, pero opinan que a eso hay que agregarle la concientización y participación ciudadana. Al fin y al cabo, si la sociedad no toma conciencia de lo que significa el planeta y el daño que puede hacerle, todo lo que queda está de más.

https://www.cronista.com/especiales/Dia-Mundial-del-Medio-Ambiente-lo-estamos-cuidando-20170609-0018.html

One Response

  1. Gabriela Lucano
    Gabriela Lucano · junio 19, 2017 at 12:02:12 · →

    Muy interesante el artículo!

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