Extensión Universitaria y Turismo Rural. Oportunidades de desarrollo comunitario y vinculación con las nuevas tecnologías

Autor: Lic. Graciela Inés Gallo (1)

Ponencia presentada en VI Congreso Latinoamericano de Investigación Turística – Neuquén, 25, 26 y 27 de Septiembre de 2014. FATU, UNCOMA. Eje temático: Educación y turismo: planes de estudio, experiencias educativas, nuevas propuestas de capacitación, formación de recursos humanos, entre otros.

El estudio no se mide por el número de páginas leídas en una noche, ni por la cantidad de libros leídos en un semestre. Estudiar no es un acto de consumir ideas, sino de crearlas y recrearlas. (Paulo Freire)

 

Introducción
Salir del entorno seguro y contenedor de la casa de estudios es un desafío que afrontan los docentes y el estudiantado exponiéndose a situaciones imprevistas que caracterizan a cada lugar y a cada organización social inmersa en su realidad particular y en sistemas complejos. Esto ofrece alternativas para lograr experiencias positivas entre los intervinientes y las comunidades intervenidas.
Las vivencias que los estudiantes pueden obtener en el intercambio con otros, descubriendo nuevas realidades y otras formas de pensar y de resolver situaciones, se imprimen en cada uno y podrán ser interiorizadas, recordadas y reutilizadas al momento de ejercer su profesión. Los más sabios las capitalizarán para aumentar su sensibilidad hacia el entorno y, en el mejor de los casos, hasta se permitirán enriquecerlas con experiencias propias que puedan retrasmitir a otros. Los menos interesados se quedarán con la idea de haber aprendido algo, y quizás en algún momento esos recuerdos también harán una diferencia.
Diversos autores entienden por Turismo Rural a aquel en el que la oferta abarca la estadía y la realización de actividades en los establecimientos de campo, hotel de campo, predio o comunidad, que además sería muy conveniente que contemplen ofertas que concienticen a los visitantes sobre la importancia de la cultura ecológica y social. (Barrera, E. 2003)
Generar proyectos de Turismo Rural Comunitario en los poblados más alejados de las grandes ciudades renueva la confianza de las personas involucradas, quienes tienen la posibilidad de hacer de su labor cotidiana un atractivo turístico que genere ingresos complementarios para una mejora de su calidad de vida y de la de su entorno. Los estudiantes que participan ponen a prueba sus conocimientos y practican habilidades como la capacidad de escucha, la curiosidad y la empatía.
El contacto con formadores interesados en el progreso territorial origina cambios positivos en las comunidades, los individuos o familias interaccionan además entre ellos, unos con otros, aumentando el sentido de pertenencia a un sistema que antes los mantenía excluidos.
“Ponemos de relieve que el turismo bien concebido y bien gestionado puede hacer una contribución importante a las tres dimensiones del desarrollo sostenible, tiene estrechos vínculos con otros sectores y puede crear empleo genuino y generar oportunidades comerciales.” (Naciones Unidas, Conferencia Rio+20, 2012)
En la implementación de los proyectos influyen muchos factores, uno de los más importantes al momento de garantizar la llegada de los turistas a los destinos es la accesibilidad a y el manejo de las nuevas tecnologías (TICs) como canales de promoción y comercialización.

Objetivos
Permitir a los estudiantes la confrontación de los conocimientos teóricos con distintas realidades que se presentan en las comunidades rurales de la Argentina.
Impulsar proyectos de turismo rural hacia el desarrollo local y la autogestión de las comunidades como actividad complementaria a sus quehaceres cotidianos.
Poner en valor la fauna doméstica y silvestre hacia la concientización de las generaciones actuales y futuras para el cuidado y preservación del entorno.
Comprometer a los diferentes actores, tanto públicos como privados, para el desarrollo turístico regional estratégico, contemplando necesidades y variables particulares que incluyen el uso de las nuevas tecnologías como herramienta de competitividad.

Metodología
La formación de recursos humanos en instancias anteriores a la intervención a campo ha dado excelentes resultados para una vivencia positiva por parte de los estudiantes y de las comunidades con las que se ha trabajado. Se realizaron una serie de seminarios basados en intercambios y reuniones en aula hacia la motivación de la curiosidad y la capacidad de observación mediante la lectura de textos seleccionados por los docentes y propuestos por los estudiantes, fomentando el aprender aprendiendo.
Si bien se ha partido de una base metodológica, la organización del trabajo a campo ha sido no estanca, permitiendo reorganizaciones de agenda según la realidad y las necesidades resultantes del intercambio con las personas residentes en cada localidad, pueblo o paraje rural contemplando siempre un enfoque sistémico.
Se han utilizado entrevistas (dirigidas y desestructuradas) con referentes comunitarios; encuestas; intercambios ocasionales; talleres en escuelas secundarias y primarias; talleres de intercambio de conocimientos con los integrantes de cada comunidad; entrevistas formales con representantes gubernamentales y de instituciones referentes de cada lugar (asociaciones, clubes, cooperativas, etc.); participación en actividades productivas y recreativas; e intercambio de opiniones con medios de comunicación comunitaria por ser sensores de una realidad que se nos hace breve por los tiempos limitados de los trabajos a campo (5 a 7 días).
Para permitirnos rever estrategias y contemplar realidades particulares, cada jornada ha finalizado con reuniones del grupo de trabajo para la revisión de las tareas y la puesta en común de visiones y del material documentado.
El enfoque de los trabajos de aula y de campo fue sistémico, considerando a cada actor con sus propios intereses, los que interactúan con los de otros actores, incluso con los que parecen los más lejanos a él. Los sistemas se resisten a los cambios y esto debe ser tenido en cuenta para la adopción de la estrategia de intervención, que despiertan reacciones esperadas o imprevisibles. Los actores dependen en sus decisiones, de otros conjuntos de circunstancias que tienen o no que ver con su propia actividad y que los influyen. Este sistema de ideas fue una herramienta útil a los fines buscados ya que los estudiantes tuvieron que concluir que su actividad momentánea puede con el enfoque sistémico adaptarse a los cambios políticos, económicos, sociales, tecnológicos, culturales y legales que ocurrirán en el futuro. Los estudiantes apreciaron que todo tiene que ver con todo y que lo cambios son constantes, lo que exige una capacitación permanente.
En el trabajo interactivo con los destinatarios de la extensión, los estudiantes valoraron que las personas poseen siempre un conocimiento empírico propio o de origen tradicional y que esos conocimientos pueden en diferente medida complementar o aún cambiar el rumbo de las propuestas iniciales. También que es necesario conocer las necesidades de cada caso y no proponer paquetes tecnológicos generales. (Vieites, González, Gallo, 2014)
A cada intervención a campo le ha correspondido la entrega de un informe de situación con un detallado FODA y con la descripción de propuestas de desarrollo o mejora, ideas hacia la organización e implementación del turismo rural comunitario y el desarrollo local que, en mayor o menor medida, se están aplicando en las localidades.

Desarrollo
El Turismo Rural es una actividad que crea puestos de trabajo especializados, reconociendo los saberes locales, rescatando identidades culturales y disminuyendo el éxodo rural de los jóvenes. En este contexto la fauna doméstica y silvestre es un recurso que ofrece oportunidades de diferenciación mediante su puesta en valor y conservación, produciendo situaciones de interacción positiva con turistas de las ciudades para sembrar un espíritu de cuidado del entorno con probabilidad de ser trasferido entre generaciones. Las actividades turísticas rurales recreativas relacionadas a la naturaleza dejan en las personas experiencias que perduran por muchos años, sin importar la edad.
Los cambios estructurales y económicos sufridos por las áreas rurales en los últimos decenios, provocaron una profunda crisis en el mundo agrícola. El excedente y la sobreproducción obligaron a la mayoría de los agricultores a reorientar sus explotaciones diversificando e introduciendo nuevas actividades, con ello se transformaban en explotaciones agrarias pluriactivas. En esta dinámica, el Turismo Rural se mostró como actividad pionera en muchas zonas agrícolas, bien por su facilidad de instalación o por ser considerada como la más idónea por los potenciales recursos naturales y culturales de cada zona (Gómez Benito y González Rodríguez, 1997).
De las experiencias documentadas en distintas comunidades de Argentina en el marco de la Materia Práctica en Terreno, de la Tecnicatura en Turismo Rural de la Facultad de Agronomía de la Universidad de Buenos Aires; así como de los viajes de extensión en el marco de los proyectos UBANEX de la Universidad de Buenos Aires; y en las intervenciones puntuales y de práctica concreta en emprendimientos y destinos comunitarios, se desprende la siguiente reflexión surgida de los trabajos realizados.
En ocasiones la sola visita de los grupos multidisciplinarios moviliza intereses latentes; en otras oportunidades, con la realización de talleres de sensibilización turística, se generan vinculaciones que marcan el comienzo de asociaciones prometedoras entre los actores, ya sea al descubrirse como vecinos o detectar posibilidades comerciales, antes ignoradas. Una anécdota que ejemplifica lo expuesto se originó en Campo Viera, Misiones, cuando en un taller un productor de pacú descubrió durante la capacitación que el cuero puede ser curtido para uso decorativo de calzado e indumentaria y el zapatero que estaba a su lado le propuso espontáneamente:
– Si vos curtís el cuero, yo te lo compro para mejorar los zapatos que hago.
De la misma manera, el poder aportar una mirada diferente sobre la cotidianeidad en la que los integrantes de una región se encuentran inmersos, y poder orientarlos en la detección de atractivos en esos elementos que hacen su realidad diferente a la de otras personas agrega un valor diferencial a las actividades de extensión vinculadas al Turismo Rural. La llegada de los grupos de trabajo moviliza intereses latentes y genera grandes expectativas, pero no hay recetas aplicables para todo el mundo, y menos aún para todo el país. No resuelven de la misma manera las cuestiones que puedan surgir en el norte, en el centro o en el sur; cada rincón tiene sus riquezas y sus factores distintivos, cada uno de ellos dignos de ser mostrados y compartidos con otros. En esto las mujeres y los jóvenes suelen ser quienes más disponibilidad tienen para emprender y sostener los proyectos turísticos ya que los hombres de la casa, por ser generalmente sostén de familia, suelen pasar varios meses afuera, trabajando la tierra o participando de tareas relacionadas a la siembra y la cosecha.
¿Qué podemos hacer entonces? Escuchar, acompañar, compartir conocimientos e ideas, detectar intereses y posibilidades, desarrollar proyectos, guiar su implementación y vincular actores necesarios para que se logre un producto sólido y perdurable en el tiempo, que beneficie a la mayor cantidad de familias posible. También demostrar que el turista busca confort y buena atención pero básicamente autenticidad. Si hablamos con alguien sobre que puede ofrecer tortas fritas al visitante y compartir su elaboración, por qué no hacer el ejercicio con esta persona para que pueda ver que es posible, que su quehacer es interesante para otros y que, además, les puede dejar una hermosa enseñanza repleta de tradición local y de simpleza auténtica; si le proponemos a alguien que comparta un paso de baile para que el turista “se lo lleve puesto”, bailemos con ese alguien y aprendamos cómo hacerlo; si llegamos a la conclusión sobre que guiar un carro tirado por bueyes puede ser un atractivo para un foráneo, veamos juntos cómo sería la experiencia y hagámosla. Ponerse en el lugar del otro ejercitando la empatía no es fácil, pero genera resultados tangibles y permite visualizar y ver en el terreno real de qué estamos hablando en la teoría.
Su curiosidad los llevará a conocer diversas tendencias sobre los mismos hechos, a escuchar diversas opiniones, a evitar preconceptos y a observar para reunir elementos de reflexión y decidirse por una elección personal. Cuando supuestamente lleguen a satisfacer su curiosidad, se darán cuenta que el campo de búsqueda se amplía por la aparición de nuevos elementos que no habían considerado al inicio. En este camino reconocerán que su ignorancia puede ser disminuida por nuevas búsquedas. Las personas que piensan así carecen de la arrogancia de creer que sus convicciones son las únicas que deben adoptar los demás, en cambio sus inquietudes los llevan a buscar nuevos caminos, a medida que aumentan sus conocimientos y experiencias, se encuentran dispuestas a cambiar, modificar o ampliar su visión. Se darán cuenta que la vida y sus circunstancias en esencia, se presentan en un permanente cambio y estarán preparados para ello. Esta forma de actuar requiere de un trabajo diario de convicción y de humildad. (Vieites, C.M., 2011)

Trasmitir valores y saberes
La falta de planificación y evaluación de recursos naturales en el diseño e implementación de actividades recreativas no solo pueden producir el fracaso de los emprendimientos sino también el desplazamiento muchas veces ireversible de especies de la fauna hacia otros territorios. En esta tarea capitalizar el saber local es clave tanto para el armado de las propuestas como para la trasmisión de los valores que se han pasado de generaciones en generaciones.
Los animales domésticos y silvestres constituyen elementos esenciales del sistema ambiental, y no se les presta suficiente atención al momento de planificar y ejecutar actividades tendientes a satisfacer las necesidades de recreación del consumidor urbano. Por ello las personas que desean acercarse integralmente a la naturaleza no logran conocer y disfrutar en toda su magnitud a estos integrantes esenciales de los ecosistemas. Los animales forman parte de un sistema organizado de diferentes elementos interrelacionados que persiguen fines comunes en un contexto determinado. En la planificación de emprendimientos relacionados con el esparcimiento en ambientes naturales o escasamente modificados, diversos autores acuerdan que al imaginar el espacio emisor, la ruta o espacio de tránsito, el espacio receptor y la industria productora de servicios, no se considera integralmente a un elemento biótico tan importante como es el conjunto de especies animales domésticas y silvestres susceptibles de ser utilizadas responsablemente. (Vieites, González, Gallo, 2014)
Los baquianos de las comunidades que se están abriendo al turismo rural en Argentina viven inmersos en una realidad muchas veces desconocida para los visitantes y pueden generar mensajes que trasmitan pasión y respeto por el entorno, por su cultura y por su gastronomía. La esencia de la protección de los recursos se encuentra, entre otros aspectos, en la marca a fuego que dejan las vivencias positivas. ¿Cómo no cuidar aquello que me hizo feliz? ¿Cómo no proteger aquello que descubrí tan lejos de las grandes ciudades? ¿Cómo no valorar entonces eso que para otros es su motivo de vida y permanencia en el territorio?
Además de su crecimiento constante y dinámico, otra razón para prestar una atención especial al turismo en el contexto de la política ambiental, es la relación compleja que existe entre esta actividad y su impacto en el ambiente. Contrariamente a la mayoría de otras actividades económicas, la fortaleza del turismo depende, en gran medida, de la salud del ambiente; dado que un entorno de calidad es un ingrediente fundamental del producto turístico. Desde esta perspectiva, el turismo puede y debe convertirse en un aliado del ambiente en el que se desarrolla; en una fuerza económica y política de apoyo que asegure la conservación de los espacios y medios que utiliza; así como en un elemento coadyuvante de regulación y control de su propia actividad que tiende a la depredación. (Proyecto ARG/O5/015)
El turismo sustentable exige actitudes responsables y seguimientos de impacto para la introducción de medidas preventivas y correctivas, la participación de los agentes y liderazgo político, un grado alto de satisfacción de los turistas y ser una experiencia significativa que logre concientización sobre la sostenibilidad. Así lo expresa el Proyecto PNUD ARG/O5/015.

(Fuente: Proyecto ARG/O5/015)

La pérdida de calidad ambiental vinculada a la contaminación, la generación de residuos, la modificación o destrucción del hábitat y el consumo de recursos escasos impacta no sólo en la calidad de vida y el bienestar de las comunidades sino también en el producto turístico ofrecido. Es necesario “…desarrollar actividades turísticas evitando la degradación y el agotamiento de los recursos que hacen posible su existencia y mantenimiento a largo plazo” (OMT, 1998)

Diversificación para las producciones animales
El mercado ofrece oportunidades con un interés creciente a nivel mundial y regional de personas que viven en las ciudades y que buscan acercarse a la naturaleza en sus momentos de ocio, ya sea con fines de observación o para realizar actividades participativas y obtener nuevas vivencias. Aquello que puedan mostrar a sus pares como un diferencial, eso que publicarán en sus redes sociales, que implica un decirle a los otros que “yo estuve ahí” e hice esto o aquello, vivencias que sus pares seguramente desconocen y que para el consumidor urbano se plantean como algo raro y exótico.
En el amplio abanico de actividades vinculadas al agroturismo y al turismo participativo, la fauna es uno de los recursos más destacados dando lugar a la implementación de opciones que agregan diferenciales a los proyectos de desarrollo local con orientación al turismo rural como disciplina. Senderos de interpretación, avistajes, observación y/o participación en estaciones productivas y/o experimentales de cría y recuperación de animales, excursiones fotográficas, circuitos temáticos, caza y pesca bajo parámetros de conservación, y gastronomía en base a carnes no tradicionales, son algunas de las propuestas más buscadas por los turistas extranjeros y locales de regiones diferentes a las de la propuesta. Es en este contexto que los productores encuentran una oportunidad de diversificación agregando valor a sus producciones con la posibilidad genuina de generar ingresos complementarios.
Según datos de la Secretaría de Turismo de la Nación (2011) en los últimos 17 años la cantidad de turistas que llegaron a Argentina subió más del 142 % y una gran parte de ellos invirtieron en actividades vinculadas a la naturaleza. No es menor que en el fin de semana largo de Semana Santa 2014 los turistas generaron ingresos directos por 2.541 millones de pesos en las ciudades que integran el circuito turístico nacional y en sus alrededores (Confederación Argentina de la Mediana Empresa, CAME).
El turismo interno aprovecha cada vez con mayor frecuencia los feriados largos y fechas festivas personales para realizar “escapadas” y a nivel internacional la demanda de productos vinculados a los atractivos naturales sigue vigente y se muestra también en alza. Cerca del 32% de los turistas que visitaron los países en desarrollo manifestaron que lo más satisfactorio en sus viajes fue la naturaleza, alrededor del 30% de los visitantes eran turistas interesados en la vida silvestre. (Du Wors et al., 1999; Ramos y Vanhove, 2000)
Las personas que se acercan a los pueblos, al campo y que van de un paraje al otro están atentos a las propuestas de la zona, a la respuesta que reciben al preguntarse ¿Qué puedo hacer hoy? ¿Qué se hace en esta región? En estos interrogantes se encuentra el punto de partida para la generación de ofertas recreativas que pueden organizadas por los productores locales, quienes no solo obtendrán un reconocimiento a sus actividades (darse a conocer) sino que también generarán un rédito económico.
El Turismo Rural ofrece una oportunidad para que los productores agropecuarios valoricen un recurso que por mucho tiempo, no sólo no ha sido considerado como tal, sino que en muchos casos ha formado parte de las plagas que afectan el sector agropecuario. Existen numerosas posibilidades de poner en valor el recurso fauna a través del turismo aunque, sin dudas, todas ellas dependen de la creatividad, la capacidad comercial de los propietarios de los establecimientos y su predisposición al asociativismo. (Barrera, 1999)
Con propuestas creativas y no tradicionales es posible que los viajeros motivados por un atractivo en particular luego decidan quedarse en el pueblo más cercano activando una cadena de servicios que beneficia a toda la comunidad: hospedaje, comidas, relax, ferias artesanales, paseos, y muchos otros.
Si bien la mayoría de los viajeros hacen turismo rural para estar con la familia y/o amigos (74,6 por ciento) o buscando relax (77,3 por ciento), el contacto con la naturaleza es la tercera razón más importante (68,3 por ciento). La cuarta motivación es la búsqueda de experiencias enogastronómicas (17,6 por ciento), ya que también contribuye al desarrollo sostenible, permitiendo aumentar el consumo de productos locales. (Observatorio de Turismo Rural de España, 2014)
Se puede a la vez generar productos específicos para escuelas primarias y secundarias (campamentos y vivencias en la naturaleza), para centros de formación superior con salidas científico académicas, para productores de otras regiones y profesionales de la Argentina y de otros países (mostrar cómo se hace y tener la posibilidad de aprender cómo se resuelven temas similares en otros lugares).
El abordaje a campo realizado con estudiantes en vinculación a la posibilidad de sumar a los productores de animales a las actividades turísticas se ha basado en cuatro interrogantes: ¿Qué? ¿Por qué? ¿Para qué? y ¿Cómo? Evidenciándose una clara necesidad de capacitación y acompañamiento en el proceso de apertura como oferentes de servicios recreativos. Por este motivo se abren caminos hacia trabajos de investigación y extensión específicos.

Las nuevas tecnologías como herramienta de competitividad
Para los pequeños empresarios del Turismo Rural, la publicidad es necesaria, aunque el problema es recuperar la inversión. Los canales tradicionales de promoción, a través de folletería, no siempre están al alcance presupuestario de los pequeños empresarios. Diseño, impresión y distribución, constituyen una cadena de valor costosa y compleja. Es por ello que resulta atractivo desde el punto de vista comercial, gestionar toda esta información a través de tecnologías más accesibles, entre ellas Internet. El uso de Internet como herramienta de promoción, proporciona al pequeño empresario de Turismo Rural una alternativa económica, además de posibilitar la modificación, actualización y presencia ininterrumpida y continua. Por otra parte, también posibilita la independencia temporal para el acceso a diferentes zonas horarias del mundo. (Cataldi, Fernández 2013)
Además de la calidad de los proyectos impulsados en un trabajo conjunto con las comunidades es importante la accesibilidad a la información, que el turista potencial llegue a la misma de manera sencilla y rápida, que se entusiasme por lo ofrecido y que, en el mejor de los casos, elija esa propuesta y no otras, concretando una reserva y posterior compra. Las TICs permiten proporcionar información directa de sus ofertas a los usuarios, mostrar quiénes son, qué se puede realizar en el destino, qué ejes temáticos se muestran como diferenciales y de qué manera se hace.
En los tiempos actuales, la velocidad con que estas informaciones son intercambiadas requiere una atención rápida a las consultas para no perder clientes y la generación de contenidos propios y atractivos (textos y fotografías esencialmente).
La disponibilidad de recursos humanos capacitados y entrenados resulta un factor determinante para el éxito. Bien puede ser el mismo emprendedor, un familiar, un amigo, un proveedor. Lo importante es estar, actualizar, contestar consultas, vincular y vincularse.

Algunos ejemplos de implementación
“Para que sea compatible con el desarrollo sostenible, el turismo debe estar basado en la biodiversidad de las oportunidades ofrecidas por las economías locales, pues debiera estar plenamente integrado en ellas y contribuir positivamente al desarrollo económico local” (Carta para el Turismo Sostenible, Conferencia Mundial sobre Turismo Sostenible, 1995)
A diario y durante estos dos años de trabajo con comunidades de Argentina nos llegan noticias de la implementación de propuestas que se han planteado como resultado del trabajo con estudiantes y con las familias y actores institucionales de cada lugar. Noticias que les retrasmitimos a los estudiantes de cada grupo de trabajo, mas allá que se encuentren en condición de egresados de las carreras que cursaban al momento de realizar su práctica.
A modo de ejemplo, podemos mencionar algunas propuestas que surgieron en los trabajos de extensión y que fueron implementadas o están en etapa de implementación:
Concurso con escuelas primarias y secundarias en Río Hondo, Santiago del Estero, para la identificación y la revalorización de recursos (Práctica: Posta de Vinará, marzo 2014); Organización y formalización del equipo de guías de pesca en Sauce Viejo, Santa Fe (Prácticas 202, 2013); Puesta en valor del capital identitario relacionado a las hierbas aromáticas en Los Molles, San Luis (Práctica 2012); Puesta en valor de la producción artesanal de sombreros de palma, en Yataiti Calle, Corrientes (Práctica 2012); Revalorización de recursos y desarrollo de souvenirs en Campo Viera, Misiones (Práctica 2012, 2013); Fortalecimiento de aspectos locales más allá de la Fiesta del Caballo en Urdinarrain, Entre Ríos (Práctica 2013); Articulación de complementariedad turística entre Reta y Copetonas, Tres Arroyos, Buenos Aires (Práctica 2012, 2013); Diversificación de oferta de artesanías en comunidades originarias integrantes de la Ruta Guaraní, El Soberbio, Misiones (Práctica 2014); Emprendedurismo familiar para el enriquecimiento de la oferta turística en la comunidad Mapuche Sierra Colorada, Trevelin, Chubut (Práctica 2014), entre otros.

Resultados en las comunidades y en los estudiantes
El acercamiento de estudiantes capacitados a las comunidades moviliza y los moviliza, les permite reconocer a los otros y reconocerse a sí mismos como parte de un complejo sistema en el que pueden sembrar ideas, alentar proyectos y fomentar el emprendedurismo. De la misma manera quienes los reciben también sienten un cambio basado en la confianza que se logra establecer entre las partes intervinientes y que nace de la generación de espacios de intercambio de saberes que se encontraban ausentes o que no eran neutrales.
Los siguientes resultados se extraen de las conclusiones de los talleres de sensibilización realizados a campo y de las encuestas posteriores a actores locales y a los estudiantes (realizadas en momentos temporales diferentes).

• EN LAS COMUNIDADES
CONFIANZA. El TR comunitario renueva confianza en sí mismos y en las comunidades como grupos de trabajo y pertenencia.
DESARROLLO LOCAL. Se descubre que «lo cotidiano» puede ser un atractivo turístico y generar beneficios hacia el desarrollo local.
MOVILIZACiÓN. Se movilizan intereses latentes que permiten acciones asociativas (COOPETENCIA)
VALORACIÓN. Se ponen en valor tradiciones, cultura y saberes.
VINCULACIÓN. Al generar espacios de intercambio se producen vinculaciones inmediatas y proyectos que inspiran el crecimiento.
PERTENENCIA. Al incluir al turismo dentro de sus actividades las comunidades «son parte» de un sistema que en muchos casos los mantenía excluidos.

• EN LOS ESTUDIANTES
CONOCER (SE) MEJOR. A la gente de los pueblos, su realidad y su cultura. También entre compañeros (convivencia, tolerancia). A sí mismos, en el rol profesional que ocuparán.
FORMAR EQUIPO. Se aprende a trabajar en equipo, potenciando la participación, afianzando experiencias.
REFLEXIONAR. Aceptar los diferentes puntos de vista y reflexionar sobre las opiniones e ideas. Encontrar seguridad para emprender talleres y coordinar grupos.
SER PERCEPTIVOS. Estar atentos a las particularidades de cada comunidad, sus intereses y posibilidades, con una visión más profunda.
APRENDER DE LOS ERRORES

Conclusiones
Ante un gran número de pueblos en nuestro país que fueron entando en un trance de inacción, perdiendo posibilidades de progreso, y padeciendo el desarraigo de los jóvenes porque no encontraban posibilidades en su lugar de nacimiento es que hablamos de “Despertar pueblos”.
Es decir, interesar a los pueblos en actividades nuevas, vincular personas con intereses similares, poner en valor la identidad cultural, fomentar proyectos en armonía con el entorno e impulsar programas asociativos para el desarrollo local de las comunidades rurales. Muchas veces las ideas prosperan satisfactoriamente, otras quedan encendidas y poco a poco se van concretando. En todos los casos, la intervención moviliza de una u otra manera a la totalidad de la población o a parte de ella. El mayor desafío que se encuentra en las actividaades que realizamos es lograr que las comunidades puedan descubrir en su cotidianeidad oportunidades de inclusión, desarrollo y progreso, no solo para ellos, sino para las futuras generaciones.
Hay mucho por hacer para formar profesionales sensibles con el entorno y capaces de trasmitir sus experiencias a otros, a nuevas generaciones de estudiantes, a niños y jóvenes de cada localidad. Intervenciones a campo sin tecnicismos, con una amplia capacidad de escucha y observación, conscientes del impacto que ocasiona en los pequeños poblados la vista de “la universidad” como institución respetada, admirada y muchas veces inalcanzable para la gente del interior. Situación de desventaja que lejos de enaltecer orgullos debe movilizar sensaciones de acercamiento y planes de trabajo acordes a cada lugar.
¿Es posible? Claro que sí. La predisposición y la sensibilidad son clave para ayudar a descubrir la magia de despertar pasiones y valorar recursos culturales y naturales para compartirlos con otros.

(1) Graciela I. Gallo. Licenciada en Comunicación (UNLP) con posgrado en Turismo Rural (FAUBA) Es docente y extensionista en la Tecnicatura en Turismo Rural (UBA). Es coordinadora de Prácticas en Terreno en la Facultad de Agronomía UBA. Mantiene una estrecha relación con numerosos Municipios de Argentina coordinando capacitaciones y proyectos de desarrollo local para sus comunidades. Dicta seminarios y talleres para profesionalizar el Turismo Rural en Argentina y coordina proyectos de Turismo Rural como valor agregado para el aprovechamiento integral de la fauna bajo principios de sustentabilidad. Fue vicepresidente de la Asociación Civil Latinoamericana de Turismo Rural (ALATUR). Es asesor de Políticas Públicas de Gestión Participativa. Más información en: www.gracielagallo.com

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Bibliografía
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Barrera, E., Muratore, N. Turismo Rural en Latinoamérica, TURNET 02-03, Gestión de Empresas y Proyectos en Turismo Rural. (2003)
Barrera, Ernesto. El turismo rural, una oportunidad para valorizar la fauna. VII Simposio Argentino de Producción Animal. Trelew, Chubut. (1999)
Cataldi, Zulma – Fernández, Sandra. El uso de TICs como recursos tecnológicos de competitividad aplicado a emprendimientos de Turismo Rural. (Proyecto de Investigación Científica, de Innovación Tecnológica e Interdisciplinarios SCyT UBA, 2013-2015)
Conferencia Mundial sobre Turismo Sostenible. Carta para el Turismo Sostenible. OMT (1995)
Conferencia Rio+20. Conclusiones (2012)
Gallo, Graciela I. Turismo Rural y la psicología individual y comunitaria. I Congreso Latinoamericano de Psicología Rural, Posadas, Misiones. (2013)
Gallo, G. El Turismo Rural en el aprovechamiento integral de la fauna para la concientización de las generaciones actuales y futuras. II Congreso Latinoamericano de Desarrollo Sostenible. Rosario, Santa Fe. (2013)
Gómez Benito C. y González Rodríguez J.J. – 1997. Agricultura y Sociedad en la España contemporánea. (2013)
Haene, E. Ecoturismo. Análisis FODA de un emprendimiento. Material Didáctico de la Tecnicatura de Turismo Rural, Facultad de Agronomía, UBA. (2010)
Proyecto ARG/O5/015. Estrategia de Turismo Sustentable en Reservas de Biosfera y Sitios Ramsar. Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD).
Vieites, Carlos M.; González, Olga M.; Gallo, Graciela I. Valorización responsable de la fauna doméstica y silvestre en actividades de recreación del consumidor urbano. III Jornadas de Extensión de MERCOSUR, Tandil.( 2014)
Vieites, C.M. Producción Porcina. Fundamentos y enfoque sustentable para el desarrollo. Hemisferio Sur. (2011)

ANEXO
Testimonios de emprendedores y estudiantes y Reflexiones de Estudiantes 2012/2013 FAUBA

 

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